RR: Un acuerdo tácito (Relato real)
Yo caminé 3 cuadras sola. Tres que parecieron diez. Nos cruzamos al salir de La Celeste. Él no sé de donde venía, yo salía con olorcito a pan, y un poco más relajada por haber conversado dos palabras con la vendedora. Yo casi cruzo a la vereda del frente, pero lo vi acercarse y me transmitió confianza. Veníamos solos, él unos cuantos pasos delante de mi. Percibí su miedo, con la interrupción inesperada del naranjita: -"Tené un pucho, pa?" Lo oí responder y fui testigo de cómo instantáneamente se tocó el bolsillo trasero, donde llevaba el teléfono. <<Error>> llevar el celular ahí a la vista, pensé. La av. Gauss oscura con dos o tres bares y gente dentro, se cerraba ante nosotros. Solo se oían nuestros pasos acelerados. Yo iba a la parada, él no sé. Nos detuvimos un segundo en el semáforo, y nos miramos. No hubo ni media sonrisa, ni alguna palabra. Solo un acuerdo silencioso de acompañarnos mutuamente en la hostilidad de la noche desolada de Villa Belgrano. C