Hoy quiero compartir con ustedes este poema de Sor Juana Inés de la Cruz, a quien considero una gran mujer, por todas las cosas que en su vida tuvo que soportar y de las que logró salir adelante. Cuando en el colegio me tocó estudiar su vida, me interesó muchísimo. Entre otros poemas, este fue el que más me gustó. Redondillas Hombres necios que acusáis a la mujer, sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis; si con ansia sin igual solicitáis su desdén, por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal? Combatís su resistencia y luego, con gravedad, decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia. Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco, al niño que pone el coco y luego le tiene miedo. Queréis, con presunción necia, hallar a la que buscáis para prentendida, Thais, y en la posesión, Lucrecia. ¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo, él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro? Con el favor y el desdén tenéis condición igual