Las luces del sueño

-¿Qué mirás?-. Me dijo una voz masculina que se acercó a donde yo estaba sentada. Sin quitar la mirada del cielo, respondí:
-Las estrellas.
-Son hermosas-
Aún no lo miraba.
-Sí. Desde San Marcos se veían tan cerca y... tantas!

-Bueno, en realidad son la misma cantidad, solo que...
-Las luces de la ciudad hace que se vean menos.- Dije, interrumpiéndolo y a la vez girando mi cabeza a la izquierda para ver de quién era esa voz masculina que me había hablado.
-Para mí las luces de la ciudad son como la sociedad, y nosotros, las estrellas.- dije rápido esta idea, sin pensarla tanto y volviendo la mirada al cielo.
-Ah si? ¿Y cómo sería eso? 
-Y... las luces nos tapan. Sería como... No. Mejor así: Las estrellas seriamos nosotros, con cada uno de nuestros conocimientos e ideas y sueños. Y las luces de la ciudad, la sociedad. Y como hay muchas luces, de a poco nos van tapando y solo se ven pocas estrellas, aquellas que son fuertes y mantienen su postura firme.
-Interesante... ¿Y en el campo? ¿Por qué se ven tantas?
-Y bueno, en el campo hay muchas menos luces, a lo que no hay muchas posibilidades de que las estrellas sean tapadas por otras luces, entonces... todas las estrellas nos sentimos mas libres, sin presiones, ni opresiones, ni críticas, ni opiniones dañinas, sólo campo y oscuridad. Sólo paz y armonía. Solo estrellas.- Al terminar de decir esto, volví a mirarlo. Me miraba como animado, sonriendo.
-Que lindo, me gusta. Y a vos, ¿Qué te gusta?
Volví a mirar las pocas estrellas desde mi terraza. 
-Me gusta el ARTE, la MÚSICA, la LITERATURA, las diferentes CULTURAS del mundo, la ESCRITURA, el CIELO, las ESTRELLAS, la LUNA. Me gusta y creo en todo lo que tenga relación con la ENERGÍA, la LUZ, el UNIVERSO. 
-Yo tengo una luz. Para vos.
-Ah si?
-Mirá- dijo, y extendió su puño cerrado hacia mí, dejándolo abrir un poquito.
-Una luciérnaga!- Dije, sonriendo contenta como una nenita.
-Sí. Viste?
-Dicen que no viven más de 10 segundos si uno las tiene en la mano. ¿Hace cuanto que la tenés ahí?
-No, recién. Se posó cerca mío, al lado. Y fue como si me hubiese dicho 'Regalame'.
Me reí sonsamente.
-Nunca atrapé a una luciernaga. Asique... Cumpliste mi sueño.
-Nunca!?
Me negué con la cabeza y me pasó el bichito con cuidado. Era realmente mágica. Miré las estrellas. Volví la vista hacia esa estrellita viviente que tenia en mi mano, que abrí para que pudiera salir volando. Y así descanse mi vista otra vez sobre las estrellas. Lo miré de reojo. Parecía tan real. En el cielo habian dos nubes que parecian una pareja enamorada, haciendo nariz con nariz, riendose, pícaros. Una lágrima salió de mis ojos. Cerré los ojos y comence a llorar.

-Eu, ¿Por qué lloras?
-Porque quiero que sea real.
-!! ¡Es real! ¡Cumplí tu sueño! ¿O no?
-No... es que... en realidad, vos sos mi sueño. 
Me miró extrañado.
-Pero si esto es real, está pasando, estoy con vos!
Dije un 'no' rotundo entre sollozos y ya con más calma.
-Yo ahora estoy soñando, vos estas en mi sueño. Esto es real dentro de mi sueño.
Se que quizas no me comprendía, pero se esforzó. Y también pensaba, si él era producto de mi imaginación, ¿Por qué parecía tan real?, ¿Por qué no entendía casi nada de la realidad del sueño?
-Entonces, ¿Qué va a pasar si te despertás? ¿Y yo?
-Y... Nada. Las personas nunca se enteran cuando vos soñás con ellas. Igual, estoy despierta. Sueño con los ojos abiertos, sino no podría estar tan consciente de que estoy 'viviendo' en un sueño. Y vos, te vas a olvidar de todo. Vas a volver al camping, con tus amigos, de donde te 'saqué'. Porque en realidad esto está dentro de mí. 
-Pero me gustás...
Lloré más.
-No n, no ayudo, perdón. Ehh pero, no, no hay forma. Yo a vos te cruzo de nuevo, seguramente. En la vida, en la vida real, posta.
Sonreí tontamente mientras me rozaba la cara una lagrima de amor.
-Che y esa voz que canta a esta hora en el camping?? jajaja
Vi desde donde estaba sentada en mi terraza, la luz del baño prenderse y escuchaba a mi hermana cantar. Mirándolo de reojo, le sonreí con el alma. Pensé que tal vez ya era hora de bajar, ir al baño y dormir. Cerré la puerta con traba y bajé a mi habitación. Luego de encender el ventilador, me senté a escribir en un cuaderno el inicio de la conversación del sueño. ¿Era acaso el chico de mis sueños?
Una imagen se cruzo por mi mente. Era él. 

*Se encontraba sentado solo a orillas del río, mirando las estrellas. Pensando qué seía lo que lo llevó hasta ahí. De atrás, uno de sus amigos lo llamó:
-Locón, te pintó la meditación ahora!? JAJAJA Vamos a jugar al truco, vení!
Él todavía no terminaba de entender cual era el motivo por el cual había llegado ahí. Antes de pararse, miró el cielo y contemplando tantas estrellas, pensó:
''Que hermoso cielo. Las estrellas a veces son como nosotros con cada idea o sueño. Y acá se ven más, porque me siento más libre. En la ciudad se ven menos... las luces de la ciudad son como la sociedad, que nos tapan las ideas locas. Que raro.''*

7/01/14

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