Ojos color Argentina

Martes, 15 de Junio, 2014.

Me llamó para vernos, otra vez después de cuatro meses.

Le mentí a mi jefe diciendo que tenía que encontrarme con una compañera para que me diera unos apuntes de la facultad, y los necesitaba sí o sí. Le dije que sólo me llevaría unos veinte minutos, pero él me dio media hora. Corrí como nunca. Me esperaba en La Pana, en la esquina de Montevideo y Obispo Trejo. Yo estaba a seis cuadras. En el trayecto frené en una regalería y me compré un gloss rojo, barato claro, que llevé puesto.
Estaba frío, así que correr me hizo entrar en calor. Por dios, justo hoy había elegido la ropa más aburrida posible de mi guardarropa. Y ahí estaba él. Impecable. 
No sé qué pensaba, saludarlo e irme? Me invitó un café. Ya no me importaban ni mi jefe, ni el trabajo, ni el frío, ni el gloss barato.  
Lo más sincero de todo esto, es que me había olvidado de lo bello que se siente hablarle a sus ojos, porque sí, pueden parecer cursilerías mis palabras, pero no es así. Y lo cierto es que jamás lo sentí con cualquier otro par de ojos. Cuando yo hablo con los suyos, me siento libre. Libre dentro de mí, libre dentro suyo. Libre en mis sentimientos, inmersa en su mundo, el que observo sin perder detalle alguno, desde sus pupilas. Me descubro sonriendo, sin pensar, caminando, conversando de todo lo que pasó y lo que no pasó  entre el tiempo y nosotros sin querer. 


Por alguna razón, va a ser siempre el primero. 

Sin amor, sin pasión, sin conocimiento, pero siempre ahí: en el recuerdo.  



http://www.wordreference.com/sinonimos/sentir

Comentarios

Entradas populares de este blog

El compromiso del DJ

Sueños I