Filo.

Cuando alguien muere nace una nueva canción.  Si alguien que apreciabas se va, no te preocupes.
Una vez entendí que la muerte es música. Es transformación. Es vida. Si alguien que estaba cerca ya no está físicamente, cerrá los ojos y traé de todos los recuerdos, esos que te hacen vibrar de emoción. No los bajones, los tristes, o los que te hacían enojar... sino de esos que te hacían cagar de risa, soltar una carcajada o una mirada cómplice, un abrazo.

Y ahí, como si tuvieras puesto unos auriculares que te aíslan de todo,

dejate fluir, dejate sentir.
Agradecé esa oportunidad de revivirlo en tu presente.
Que esa persona está, como la música, en todos lados...
Porque al fin y al cabo, ¿Dónde está la música del alma en una canción sin recuerdos?
¿De qué sirve un tema sin que se te ponga la piel de gallina de recordar esos tiempos?
Esa persona hoy es una canción.
Cantala a los gritos, bajo la lluvia, brindando, riendo, tarareando.
Y llorá si queres. Llorá y que no te importe lo que piensen, o el maquillaje corrido, o los espasmos entre lágrimas, que no te importe si sos hombre, si sos mujer, si sos grande...vos llorá.. que la mejor forma de vivir los sentimientos es dejándolos salir. Dejándolos ir. Soltandolos.

Gracias Filo por seis años y medio de sonrisas. Estás en todos lados como una canción, en las hinchadas de Racing y en mis mejores recuerdos. 






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