25 de noviembre: un día histórico y melancólico

Cuando sonaron las alarmas no me podía mover. La noche anterior entre el granizo y la lluvia me había quedado despierta admirando el aire fresco que entraba por la ventana y seguramente me dormí varios minutos después de haberme acostado.

Recibí algunas caricias suaves y agradables que me ayudaron a por fin sentarme en la cama y levantarme.
-Buen día mi amor! - dijo, y me dio un beso con sonido en el cachete. Le devolví una sonrisa, y noté en sus ojos el brillo feliz de que por fin era miércoles: hoy juega boquita.
Caminé descalza y rascandome la cabeza hasta el baño. Prendí la luz, muy fuerte. La apagué. Cerré los ojos un momento y mi pelo, que había caído sobre mi cara, me dio una caricia suave que me llevó por un nanosegundo a revivir la situación.

//// flashback

Estaba colgando unas sábanas que habíamos puesto a lavar más temprano con mi mamá. Estaba nublado, así que las colgamos bajo techo. Sentí un ruidito familiar cerca de mí, como las patitas de Wendy, pero pensé no, no es posible. Ya se fue. Seguí agregando broches y en eso, cuando levanto una de las sábanas, la veo que se acerca hacia mi. Moviendo la cola para todos lados, más feliz ella que impactada yo, del reencuentro, pensé internamente ¿Es real? y le dije ¿Wendy? ¿Sos vos?. Se acercó acortando los pocos metros que nos separaban y sacando la lengua afuera apoyó su hocico en mi hombro, mientras yo la sostenía y su cuerpo se movía al ritmo de su cola, como hacía todo el tiempo que estaba feliz. Hundí mi nariz en su cuello, e inhalé tanto tanto que casi se da vuelta a tarasconearme.
Me reí. -Jaja perdón!, Vamos! Vamos con la ma y la Anto!!!
La alcé y bajé las escaleras de dos por dos.
-¡MAMI! ¡ANTO! ¡MAMIIIII! ¡ANTOOOO MIREN QUIEN LLEGÓ!
Mi mamá y mi hermana estaban acomodando la pieza, limpiando y sacando cosas, moviendo muebles de lugar. Cuando abrí la puerta las dos gritaron y empezaron a saltar de felicidad, como quien recibe a alguien que vuelve de un viaje largo.

//// de regreso al presente

Abrí los ojos. Oscuridad. Mis pies hacían contacto con el piso frío. Nada de eso fue real. Entonces sentí cómo subía algo dentro de mí, desde el piso helado, por las piernas desnudas, por los codos encimados a los muslos, por mis hombros, a mi pecho, se quedó ahí, y empezó a bombear, cada vez más fuerte. Y la imagen de Wendy moviendo la cola se volvió a reproducir frente a mis ojos. Y eso que sentía estalló.
Las lágrimas me salían a borbotones, me desplomé en llanto, me rompí, me quebré, cada parte de mi quería irse.

No termina acá, el día recién empieza.


13:00

Acabo de comprar un sueño. ¿Cómo es posible? Raúl, un hombre de unos sesenta y algo, me vendió un sueño que tengo de hace algún tiempo: una máquina de escribir.

Estoy tan feliz, tan emocionada! Subo al auto dando saltitos. Mi papá me mira sonriente, Raúl me la entrega diciendo 'Qué bueno Martina, ya está, tenes tu maquina deseada!'. Le muestro a mi mamá, y me felicita por otro sueño más en mis manos.

Seguimos viaje, ya de vuelta a casa.

13:14

Murió MARADONA

//// flashback

11:32

(audio por whatsapp)
- Es que sí abuela, es lo que decíamos con mi mamá. Estamos vivos, estamos bien, pero... pensando en todo lo que hemos vivido este año, en todas las cosas que vimos que pasaron, y que nos influyeron también.... ¿Qué más va a pasar?

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