Loca de...MENTE & desprolija

Se le salió el alambre del corpiño y por cada paso que da le raspa una lola.
Se olvidó el cepillo de dientes, tiene $100 en la billetera y no le da la cara para comprarse un par de chicles a $7. Tampoco quiere gastar su billete para llenarse de cambio.
Se iba  a poner una musculosa divina, pero estaba arrugada y ahora con la remera mangas cortas que encontró, se muere de calor.
Se ataca a sí misma por no encontrar su cuaderno de uso diario.
Duda de posibilidades, aún no decide qué hacer con su carrera universitaria, está ciegamente atada a un amor platónico del pasado, que vive en otro continente y mientras va llegando tarde se da cuenta que arrancó la venta de los abonos del Cosquín Rock y que no llega con lo que le queda del sueldo. Se acuerda de él, la canción de Guasones, esa noche única. <<¿Qué pasará cuando regrese? ¿Nos casaremos humanamente?>> piensa, claro, dentro de su utopía, al mismo tiempo que comprueba que sí, está loca.
El fuego del sol le quema las neuronas, en su trabajo se cortó la luz por lo que eso significó chau ventilador y aire acondicionado por el tiempo que sea hasta que tuvo que irse.
Va casi corriendo, al fin llega. En el bar, a tres cuadras y media, milagrosamente hay luz. Y aire acondicionado. Mira la hora: Siete minutos tarde. Siempre arrancan a las cuatro en punto, seguro ya hay gente arriba. Pregunta a un mozo y este le responde que aun no ha llegado nadie. Se sienta en una mesa y toma una foto con su teléfono a la servilleta y la mesa que tiene palabras escritas en distintas tipografías. Se mete en su propia cabeza:
<<ffffiummmmmmñññ...>> Es el ruido que hace al ingresar. Y su propia mente, se sienta imaginaria en un sillón también imaginario. Mira a su alrededor y busca desesperadamente entre unos cajones llenos de cosas archivadas, <<¿¡Cuándo fue la última vez que te usé, dónde, hace una semana!?>> se pregunta, mientras continua buscando su cuaderno con las últimas notas del cuento para el día de hoy.
Se pasan las dos horas finalmente y regresa a casa. Ya está decidida en dejar el taller.
Al llegar, se queda descalza y se viste con una ropa más cómoda, después se tira a descansar en su hamaca paraguaya colgada en la terraza y se imagina metiendo los pies en una piscina gigante, rodeada de gente con buena onda y sus canciones preferidas sonando de fondo. Se deja llevar, cierra los ojos y por un instante, ese momento se vuelve real.
-¿Qué haces!?
Se despierta de un salto. Le arde la cara y se limpia con el dorso de la mano la baba que le calló dormida por el cuello y la oreja.
-Ay nooo, jajajajajajajaja te babeasteeee! jajajajajajjajajaja- se ríe Matías, su hermano.
-Rajá de acá, pendejo. ¿Qué querés, no viste que estaba durmiendo?
-La mami te estaba llamando hace una hora. Dice que vayas a buscar todas tus cosas que dejaste desparramadas por el living.
<<Uff>> piensa, mientras va bajando. Antes pasa por el baño y se quiere matar cuando se mira al espejo. <<¿¡Cuánto tiempo me quedé dormida!?>>, se pregunta mientras llora al verse todo el rostro quemado por el sol.

-Hijaa...
-Qué ma.
-Vení, por favor llevate estas cosas tuyas, hace como una semana que están acá.
-Ya voooy...

Se maquilla como puede, para taparse lo rojo de sus mejillas y va desganada  a buscar sus cosas. Entre la ropa, una mochila, el cepillo del pelo, el de dientes, sus lentes de sol, una caja de chiclets, su agenda y unos papeles está, sí,...


El cuaderno. 


Comentarios

  1. loquísima!!!! me pude imaginar la cara de la protagonista cuando le pregunta a su madre: -¿que es eso, ma?..... mi cuadernoooooo!!!!! jajja Muy bueno!

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