Se parece a mí

Juró no hablar de su pasado ahora que empieza una nueva etapa de su camino por la vida; sin embargo, hay un pensamiento que ha pasado por su cabeza un par de veces y esta mañana la vi escribiéndolo en un papel. 
En él, comparaba su sentimiento de ahora con el que brotaba de sí cuando tenía a penas dieciséis años y ¿empezaba? a vivir del amor: Recién se conocían, todo parecía ir muy rápido -para el resto, para la educación y las ideas de la sociedad implantadas en ella-, pero por cada día que pasaba, por cada semana desde que él la hizo sonreír por primera vez, su vida se iba llenando de luz y felicidad. Decidió dejarse llevar y lo que siguió luego fue hermoso. Ahora un recuerdo que lleva consigo. 

Dobló ese papelito escrito y lo tiró por la ventana para que se lo lleve el viento. Ya está, lo tenía que escribir para quitárselo de encima. Después de suspirar, se promete más confianza en sí misma. Observa cómo se aleja su escrito al mismo tiempo que sonríe. Como siempre, sonríe. A todo. De reojo mira la rosa que está en su botella, sobre el escritorio, una ola de felicidad la invade y vuelve a sonreír. 

Cuando yo la miro en el reflejo hasta parecemos la misma persona. No la veo siempre, sólo en las mañanas, cuando se levanta para lavarse la cara y los dientes. O antes de salir, cuando se arregla.  Y me sonríe. 


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