Treinta y cuatro

Cari venía a tomar mates y yo recién estaba levantándome. Suerte que es mi mejor amiga, sino… ¿Sino qué? A veces está bueno mostrarse tal cual una es, ¿Para qué quiero caerle bien a todos? Jaja, a veces soy demasiado bipolar pensando. Ya eran las diez (y 34) y me dispuse a preparar algo para comer. En eso me suena el celular.
-Hola loca, que onda?
-Estoy yendo piba, llevo una tarta de manzana, dale?
-Dale. Apurá que tengo que contarte un par de cosas.
-Dale, ahí me subi al 34.
-¿Al 34?
-Al 35, jaja, el parcial me secó la mente.
-¿Y por qué 34?
-Jajaja no sé, que se yo, me equivoqué. Después hablamos!
Y esa fue la conversación. Cortamos y en la pantalla me aparece el contador de la duración de llamada: 00.34 segundos. Ok, estoy loca o es una señal de que tengo que jugarle al número y por fin olvidarme de él.

(¿Del número?)


No, del pibe. 

*Nota de una joven a veces sola, a veces no*

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